Si viaja a a Bélgica, justo en el norte con la frontera Holandesa y Alemana puedes visitar el fuerte belga de Eben Emael que tomó protagonismo en 1940 en los primeros años de la 2a Guerra Mundial.
Inaugurado en 1935, el fuerte era la principal esperanza del Ejercito Belga de contener una posible invasión del país por parte los Ejércitos Alemanes.
El 10 de mayo de 1940, el 85 Fallschirmjäger (termino en alemán para referirse a sus unidades de paracaidistas) ataco el fuerte con ametralladoras de asalto ligeras, lanzallamas y cargas huecas con un salto con planeadores que aterrizaron en la cúpula del fuerte por sorpresa del Ejercito Belga.
La misión de los paracaidistas consistía en tomar el fuerte y proteger 3 puentes cercanos para que el grueso de las divisiones alemanas en la invasión de los Países Bajos pudieran penetrar en el territorio sin retrasos, solo 1 de los 3 puentes consiguió el Ejercito Belga dinamitar.
Después de 2 días de dura batalla el 11 de mayo de 1940 los paracaidistas reforzados unidades de infantería de la Wehrmatch que ya habían llegado en las inmediaciones del fuerte una vez empezada la invasión lograron que la guarnición del fuerte se rindiera.
Al final del ataque los alemanes capturaron 1200 prisioneros del Ejercito Belga, tuvieron aproximadamente 40 bajas y los belgas por contra 60.
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